Crónica de la etapa del domingo, 28 de Noviembre

Los 22 txalupas que nos dimos cita en la avda. de Navarra ayer, merecemos un premio (y los que fueron en tren a Tolosa, también). En los termómetros aparecía un solitario gradito de temperatura y el cielo estaba cubierto de amenazantes nubarrones.

La comisión de rutas decidió que hoy tocaba empezar el día subiendo a Ulía y, tras unas dudas por parte del pelotón, allá nos dirigimos.

Iniciamos la marcha en el reloj de Miracruz, en Ategorrieta, en plena antigua N-1 que cruzamos para introducirnos en el paseo de Miguel Gardoki que se dirige hacia el norte. Desde aquí podemos seguir las marcha amarillas y blancas que marcan este itinerario como parte de un PR señalizado. Continuamos siguiendo la curva de la carretera que nos orienta hacia el sur por la Calle de Rodil, la cual dejamos a pocos metros para empezar la ascensión por el Paseo de Arbola, todavía carretera.

Continuamos la ascensión por pista asfaltada a la que tienen acceso en teoría, sólo los coches de los habitantes de las viviendas de la zona, y tras dos curvas se termina el asfalto.

A partir del fin del asfalto se suaviza ligeramente la pendiente y a menos de 100 metros del comienzo del camino nos encontramos con una de las mejores vistas de la ciudad de San Sebastián. Allí descansamos un poco, más que físicamente, mentalmente, contemplando la  tranquila estampa de la ciudad.

Continuamos sin pérdida alguna por el camino, últimamente excesivamente desbrozado con lo cual ha perdido parte de su encanto, y en el que las torrenteras que erosionan el firme y las raíces emergentes son un peligro para el ciclista. El último tramo, antes de llegar a la fuente, es el más complicado y para salvarlo necesitaremos bastante pericia técnica. Dicha pendiente se puede aliviar siguiendo el zig-zag del camino original, a veces escondido entre tanto atajo.

Finalmente accedemos al aparcamiento desde el cual es imposible seguir ascendiendo sino es andando o en bicicleta. A partir de este punto toda la parte alta del monte Ulía es una gran zona de descanso con mesas, parque infantil, caminos varios, etc…

Nosotros continuamos por la pista asfaltada cercada por postes de madera, hasta llegar al antiguo tiro al plato que existe en la cima, actualmente en desuso.

Tras una breve parada, continuamos nuestro camino para llegarnos a las inmediaciones del caserío Mendiola. Tomamos unos "senderitos"..., nos perdimos..., retrocedimos..., parecíamos el equipo A. Queríamos llegar al faro de La Plata..., y lo conseguimos al fin.

Otro descanso para exponer las quejas y descendemos hacia San Pedro. El grupo se deshace. Sólo somos siete los que llegamos a Puntas. Volvemos atravesando Trintxerpe y nos vamos a Intxaurrondo, donde los cuatro que nos quedamos, tomamos un reparador caldito antes de llegar a casa.
Un día un poco raro. Pero no siempre van a salir unas rutas a pedir de boca. De todas formas, la subida a Ulía por el viejo trazado del tranvía, me gustó.
Descargar el track y los puntos de interés: Ascensión al monte Ulía por el trazado del antiguo tranvía.