Hoy también el calor nos ha dado otro respiro y el buen tiempo se ha mantenido pese a las nubes que han cubierto el cielo y el ligero sirimiri que nos ha caído cuando estábamos llegando de vuelta a Donosti.
Aunque había una salida especial hacia la zona de Etxalar, nos hemos dado cita en el punto de cita habitual nada menos que 24 txalupas, dispuestos a hacer la ruta alternativa a la especial del último domingo de mes. Una sorpresa agradable ha sido ver a Koldo dispuesto a pedalear de nuevo después de su problema cardiaco. Nos ha acompañado hasta la salida de Donosti y luego ha continuado con Fernando hacia el Leitzaran, creo.
El resto del pelotón, hemos cruzado el túnel de Morlans para llegar a Igara y acometer la primera subida del día: el alto del Angel de la Guarda. Nuevamente cuento con la gran ayuda de Xabi para coronar la cima mas comodamente y con menos esfuerzo.
Atravesamos la autopista y llegamos al cruce de este camino con el que sube del charco de la ranita.
De aquí a Usurbil. Por el camino hemos visto la granja donde se encuentra el ciervo, que estaba el pobre, solito. Una vez atravesado el Oria, a la altura del barrio Santu-Enea, unos cuantos se han vuelto a casa por Zubieta y los quince restantes nos hemos dirigido a okupas para empezar la subida a Andatza. Después de una duras rampas, hemos tomado el desvío a la izquierda que nos ha conducido a San Esteban y su ermita.
El resto del pelotón, hemos cruzado el túnel de Morlans para llegar a Igara y acometer la primera subida del día: el alto del Angel de la Guarda. Nuevamente cuento con la gran ayuda de Xabi para coronar la cima mas comodamente y con menos esfuerzo.
Atravesamos la autopista y llegamos al cruce de este camino con el que sube del charco de la ranita.
De aquí a Usurbil. Por el camino hemos visto la granja donde se encuentra el ciervo, que estaba el pobre, solito. Una vez atravesado el Oria, a la altura del barrio Santu-Enea, unos cuantos se han vuelto a casa por Zubieta y los quince restantes nos hemos dirigido a okupas para empezar la subida a Andatza. Después de una duras rampas, hemos tomado el desvío a la izquierda que nos ha conducido a San Esteban y su ermita.
Después de la sesión de fotos (en las que vemos al grupo y a los fotógrafos), continuamos el descenso que nos lleva de nuevo a Santu-Enea. Toca ahora llanear hasta Zubieta y Lasarte. Por la super cuesta cercana al Martín Berasategui nos plantamos en Jauregi Bailara y, tras un corto descenso, en Hernani.
Y poco más que contar, pues el regreso a Donosti es conocido. A las doce y diez termina mi aventura que nuevamente ha sido placentera y agradable sin más percances que una caída, parece que sin consecuencias, de Pablo Pablete en la subida a Andatza, quien también ha colaborado con sus empujones a hacerme más cómodas las últimas subidas del día.