Parte del equipo ha cogido el tren de las 7:50 para ir a Billabona - Alkiza - Hernialde y otros 25 txalupas nos hemos dado cita en el punto habitual de quedada. Tras los minutos consabidos de espera nos ponemos en marcha rumbo a Andoain por la ruta archiconocida, la cual recorremos sin nada que reseñar. No hay chiste en la paradita de Ergobia y seguimos hacia Iparlat, donde cuatro se dan la vuelta.
En Andoain nos dirigimos hacia el valle del Leitzaran para, tras un corto recorrido, desviarnos de la vía verde, despedir a los que retornan a casa y llegar al Puente de las Brujas.
Con toda probabilidad, será falsa la leyenda que asegura que este puente fue construido por las brujas en una sola noche. Probablemente, ni siquiera el topónimo de puente de las Brujas sea el original y resulte más correcto denominarlo puente de Unanibia ('vado de arena').
En todo caso, no cabe duda de que este más relajante que siniestro puente lleno de vegetación sobre el río Leitzaran es un rincón lleno de encanto.
Nos espera ahora la cuesta dura y pedregosa, que la subimos como cada uno puede: un rato montado y otro empujando la bici. Menos mal que el suelo estaba seco como nunca lo había visto... Luego viene un tramo hormigonado, duro pero ciclable, que nos deja en el restaurante-agroturismo Txertota. Karolo nos inmortaliza a los quince que seguíamos la ruta en esta foto para el recuerdo.
Con toda probabilidad, será falsa la leyenda que asegura que este puente fue construido por las brujas en una sola noche. Probablemente, ni siquiera el topónimo de puente de las Brujas sea el original y resulte más correcto denominarlo puente de Unanibia ('vado de arena').
En todo caso, no cabe duda de que este más relajante que siniestro puente lleno de vegetación sobre el río Leitzaran es un rincón lleno de encanto.
Nos espera ahora la cuesta dura y pedregosa, que la subimos como cada uno puede: un rato montado y otro empujando la bici. Menos mal que el suelo estaba seco como nunca lo había visto... Luego viene un tramo hormigonado, duro pero ciclable, que nos deja en el restaurante-agroturismo Txertota. Karolo nos inmortaliza a los quince que seguíamos la ruta en esta foto para el recuerdo.
Seguimos todos juntos 1 kilómetro más hasta el siguiente cruce y recuerdo a los que queremos llegar a casa a una hora "prudente" que la última vez que estuvimos en el canal de agua llegamos a Donosti a las 13:05 horas, con 54,39 km en las piernas tras más de 4 horas y media de recorrido (no era exactamente la misma ruta, pero sí parecida). Así que cinco siguen hacia adelante y los diez restantes tomamos la pista que sale a la izquierda y que nos lleva de nuevo al Puente de las Brujas.
En vez de subir a la vía verde del Plazaola otra vez, giramos a la izquierda al pasar el puente y recorremos un trecho de lo que en su día fue el lecho de un canal de agua. El último tramo para llegar a Andoain lo hacemos por carretera y, tras pasar junto al apeadero, abandonamos el pueblo por el mismo sitio por el que hemos llegado antes.
Y ya sólo nos queda desandar los 16 kilómetros que nos separan de Amara para llegar a mi trastero antes de las 12 del mediodía. Hemos pasado una estupenda mañana dominguera, tanto en cuanto a lo meteorológico como en lo deportivo.