Crónica de la etapa del domingo, 03 de Octubre

Tal y como estaba anunciado, hemos tenido un domingo impecable en cuanto a lo meteorológico. Ha amanecido con pocas nubes, viento sur y 22ºC.
La ruta de hoy nos ha hecho salir por el alto de Miracruz, y la Nacional I, donde hemos advertido mas tráfico del habitual. Claro, la tradicional cita del primer domingo de Octubre con las ikastolas guipuzcoanas se celebraba hoy en Lezo, donde el Kilometroak lo ha organizado Pasaia-Lezo Lizeoa. Un txalo bien fuerte para ellos por lo bien que se ha desarrollado el día.

Siguiendo la carretera nacional nos hemos llegado hasta Errenteria, donde, tras el recuento, vemos que hemos conformado un pelotón de 33 txalupas. Ya en el barrio oiartzuarra de Iturrioz, a la altura del muy afamado restaurante Zuberoa, nos hemos desviado para seguir el camino que bordea la erreka Sarobe y nos lleva hasta el caserío del mismo nombre donde vemos que han empezado las obras de restauración de la 2ª mitad del caserío. Aquí comienza una dura subida que pasa junto al caserío donde tiene el domicilio Iñigo Segurola (el jardinero que sale en Bricomanía). La ruta nos lleva luego por un camino que pasa junto a la Ermita de Santa María de Ocencio (Ozentzio).

Ermita del siglo XIX (reconstruida), que se halla situada en el antiguo camino de Rentería a Goizueta, en medio de un castañal, junto a un caserio, del que toma nombre. Fue construida por el cantero Bordaberri en la última guerra carlista por orden del párroco Manuel Gabino Sein.

Más información sobre la ermita haciendo click aquí.

Y llegamos a la campa de Sorondo, donde el grupo se disgrega: unos siguen el plan trazado, camino de Zaria para luego descender a Añarbe. Otros, un grupo de unos quince, nos dirigimos hacia Malmazar, no sin antes inmortalizarnos en la foto de familia del día.

Dejamos Sorondo y nos hemos encaminado por esa ruta preciosa que pasa por terrenos próximos al Añarbe y bordea el monte Aldura con sus bosques de hayas, pinos y robles que se extienden hasta Navarra.

Esta pista, en su primera parte, es mas o menos, llana. Pero luego se empina y tenemos que meter desarrollos que nos permiten acometer la dura pendiente. Al final de la subida y tras una corta bajada nos encontramos en el collado de Malmazar.

Tras rodear Urdaburu, bajamos a Latxe. En este peligroso descenso se produce una caída, que esperemos no haya tenido consecuencias. Ya en la carretera Goizueta-Hernani, el pelotón se pone a mil, y sin más percances, llegamos a Donosti. Son las doce y diez cuando guardo la bici en el trastero, tras casi cincuenta kilómetros en las piernas.