Crónica de la etapa del domingo, 23 de Mayo

Tal y como estaba anunciado, ha salido una mañana preciosa para andar en bici. Un auténtico día veraniego. Fresquito a la hora de la salida (15 ºC) con sol y ninguna nube.

Hemos partido unos 29 txalupas por la ruta habitual de salida de Donosti hacia Loyola, es decir, por Egia. En Martutene, a la altura del bar Estanco, hemos tomado el viejo camino hacia Ergobia, que ya está transitable tal y como lo vimos el domingo pasado. Enrique nos cuenta el habitual chiste y seguimos hacia el barrio Puerto, de Hernani. Un poco mas adelante, dejamos la carretera de las sidrerías y empezamos la subida de la pista de cemento que nos lleva a la carretera Urnieta-Besabi.

Sin ningún contratiempo llegamos a la falda del Adarra, y es aquí donde se produce la separación de los grupos: el equipo A sigue la ruta oficial hacia Arano, y los del equipo Z (unos 19), nos dirigimos hacia Andoain.

Enrique nos quiere enseñar unas variantes al trazado que tomamos otras veces y nos conduce, por unos preciosos senderos, hasta el cementerio de Andoain.

El paisaje que se nos ofrece a nuestro alrededor, es verdaderamente hermoso. Sin ponernos de acuerdo, nos paramos todos a apreciarlo y aprovechamos para sacar unas fotos.

Seguimos el descenso y aparecemos en el cementerio de Andoin. Nos introducimos entre sus sepulturas buscando la salida... y no la hay.

Así que media vuelta y retrocedemos hasta encontrar otro camino que sí nos permite llegar (por un senderito que haría las delicias de alguno del equipo A) hasta la antena de la que parte la dura, durísima subida de cemento con la que nos hemos topado alguna vez y que nos lleva (esta vez en cómodo descenso) hasta el tramo del antiguo trazado del Plazaola que se halla antes de llegar a Andoain.

Y parecía que ya todo era coser y cantar en el retorno a Donosti, cuando ocurre la avería del día. Fermín rompe la cadena antes de llegar a Moulinex. Si cuentas con un super técnico como Fernando  que te ayuda, estas averías se solucionan rápidamente y podemos continuar el retorno.

Yo llego al trastero exactamente a la misma hora que el domingo pasado: las doce en punto del mediodía. ¡Ha sido un magnífico día, en el cual hemos disfrutado como enanos!

¡Viva Txalupa Txirrindulari Taldea!