Crónica de la etapa del domingo 2 de Septiembre

Primer domingo de regatas. El equipo A que toma el Topo para desplazarse hacia la frontera. Una climatología ideal para salir a andar en bici: fresquito mañanero pero un día soleado y sin calor. Y 21 txalupas en el punto de quedada a las 8:30 para iniciar una ruta que para todos es una incógnita, hasta que alguien dice: "Vamos hacia el Pavo que Pika"

Mientras subimos el primer "alto" del día (Miracruz) por el túnel de Txaparrene me presentan a Txomin, un amigo de aita Manolo, que se ha animado a venir con nosotros. Es una txabal que ya ha pasado también de los 70 (¡ahí es nada...!). Y se ha portado como un machote, a pesar de que le ha tocado realizar una etapa que en algunos momentos le ha llevado a decir "si lo se, no vengo". Pero creo que ha disfrutado..., y repetirá. Verdad, Txomin?
Y entre una cosa y otra nos hemos plantado en el bidegorri de Arditurri, que lo hemos dejado para pasar junto al restaurante Zuberoa y tomar la pista que conduce hacia el citado Pavo.
Hay cuatro que no paran en uno de los puntos habituales de reagrupamiento y se pierden en la lejanía. El resto, al grito de ¿porqué no vamos por ahí? dejamos el conocido camino y tomamos un desvío a derechas que nos conduce primero a una pista de hormigón con duros porcentajes y luego continúa por otra de barro, destrozada por la última tala de pinos de la zona, con desniveles más duros todavía, que recorremos todos en la posición empujen-bike.

Por fin llegamos a un cruce en el que un mendizale nos orienta: por la izquierda iríamos a Malmazar y por la derecha sale una pista que bordea el Aldura y pasa cerca de Susperregi. Optamos por esta vía y al rato paramos para hacernos la foto del día.

Dejamos el desvío que nos conduciría hacia Susperregi y seguimos un descenso muy pronunciado y rápido por una pista de hormigón que nos deja en la carretera Oiartzun-Perurena (casi a la altura de Txikierdi) con los frenos casi al rojo vivo.
La decisión de la mayoría es ir a Errenteria y volver a casa por el mismo camino que hemos recorrido a la inversa a primera hora de la mañana. Y así nos hemos plantado en casa con el tiempo justo para ver por la tele la salida de la primera tanda de las regatas de la Kontxa. Luego, ducha reparadora y a disfrutar de un generoso aperitivo: patatas bravas, rabas y brochetas de langostinos y bacon.