Mientras salíamos de Donosti por Egia, los termómetros de la ciudad marcaban unos escasos 13ºC. Mañanita, pues, fresquita pero con un cielo que se fue despojando de las nubes para quedar totalmente despejado. Aún y todo, el viento norte no permitió que la temperatura superase los 20ºC
Al paso por Loiola (donde ya estaban preparando las mesas para la exposición de setas que tendría lugar al mediodía) hubo recuento de personal y resultó que estábamos 36 para acometer la ruta del día
Recorrido en su primera parte sin apenas dificultades y sin ningún incidente. Sólo un poco de temor a los pinchazos en la zona de la foto por los vidrios rotos que siempre encontramos en el suelo.
Ya desde la salida, Sebas (Jefe Comandante en el día de hoy) propuso hacer el acercamiento a Txertota por medio del campo de golf de Goiburu en vez de lo previsto en el libro de ruta, que era subir desde el Puente de las Brujas. Había interés, parece, en que llegáramos todos juntos a pié de "puerto", pues se realizaron todas las paradas habituales y alguna otra ya no tan habitual.
Algunos se dieron la vuelta antes de llegar a Andoain (por sus compromisos tenían que llegar temprano a casa) y los demás llegamos a la pista que sube hacia el golf. Mi cuerpo no estaba preparado para esta subida de empujen-bike y sus posteriores duras pendientes por carretera y pista hasta alcanzar Txertota y con José Luis de pareja retrocedimos hasta el Leitzaran, donde nos adentramos unos kilómetros.
Cuando calculamos que era ya momento de dar la vuelta para estar en casa a nuestra hora habitual me encuentro con que pincho la rueda delantera. A falta de especialistas en el cambio de cámaras, lo hacemos entre los dos, tardando un "ratito". Descubrí el pinchito causante del problema y ya no hubo más incidencias.
En la gasolinera Karabel nos topamos con parte del equipo que no llegaron al canal de agua y desde Txertota bajaron al Puente de las Brujas y a casa.
A José Luis y a mí nos salieron casi 45 km entre una cosa y otra. Ducha rápida pero reconfortante y a seguir disfrutando de la mañana dominguera, con el buen sabor de boca que nos dejó la victoria de la Real el sábado sobre los vecinos y rivales deportivos. Gora erreala!