La crónica, por Miguel
9 Txalupas aparecemos en la avenida de Tolosa para ir con los coches hasta zubiri, en el valle de Estereibar, Navarra. Llegamos, y la primera sorpresa, los termómetros marcan 6ºC. Nosotros esperábamos 13ºC como dictaban las previsiones. Hacía un frío del carajo. Salimos con las bicis a las 9 en punto, hacemos un km de carretera y enseguida empezamos con una senda. La idea era ir por la senda hasta Eugi evitando la carretera, pero fue una mala idea, el camino no era bueno, había que empujar mucho la bici y eso nos hizo perder tiempo. Lo bueno es que enseguida entramos en calor. Decidimos dejar la senda y continuar por la carretera hasta Eugi, de ahí, un poco mas adelante cogimos la primera subida del día, la que nos llevaría hasta el comienzo de la Nafar Whistler. Subida cómoda aunque larga, subimos algo mas de 400m de desnivel.
Llegamos hasta el cartel de inicio de la bajada, recuperamos energía comiendo unas barritas y empezamos la bajada. Empezó bonita, pero luego vino el rockgarden, ya estábamos avisados, la mayoría de nosotros paso ese tramo bajado de la bici. Una vez superado ese tramo el resto fue una rápida y preciosa bajada entre el bosque hasta que llegamos de nuevo a la carretera.
Continuamos hasta el parking que hay al final del pantano y empezamos el plato fuerte del día, la subida por Sugea. Subida larga, muy larga, y ante todo preciosa. Subida que remonta 600 metros de desnivel llena de curvas cerradas de 180º. Como dice Mariano, toda una escuela de como tomar curvas en subida con la bici.
Cuando ya estamos a punto de finalizar la subida nos desviamos un poco a un mirador que hay. Vistas espectaculares del pantano, el valle y al fondo los pirineos. Recuperamos rápidamente energía y seguimos subiendo hasta llegar al comienzo de la bajada Anaconda Bong. La bajada estrella del día y no defrauda. Bajada rapidísima y espectacular llena de rampas vertiginosas y curvas peraltadas. Disfrutamos como niños.
Cuando llegamos a la presa ya es tarde, hemos perdido mucho tiempo en el sendero inicial a Eugi. Volvemos disparados por carretera a donde tenemos los coches y el restaurante. Cuando llegamos malas noticias, el restaurante está saturado, hay que esperar mínimo media hora para que nos atiendan. Montamos rápidamente las bicis en los coches y vamos al bar del polideportivo. Ahí si tenemos suerte, no sirven enseguida y tienen un buen menú del día. Pasamos un momento agradable comiendo y una vez tomado el postre y el café todos para casa. Una buena forma de terminar la jornada.
Eremua nunca defrauda y cada año que pasa tienen mejor las pistas, mas limpias y mejor trazadas.
Llegamos hasta el cartel de inicio de la bajada, recuperamos energía comiendo unas barritas y empezamos la bajada. Empezó bonita, pero luego vino el rockgarden, ya estábamos avisados, la mayoría de nosotros paso ese tramo bajado de la bici. Una vez superado ese tramo el resto fue una rápida y preciosa bajada entre el bosque hasta que llegamos de nuevo a la carretera.
Continuamos hasta el parking que hay al final del pantano y empezamos el plato fuerte del día, la subida por Sugea. Subida larga, muy larga, y ante todo preciosa. Subida que remonta 600 metros de desnivel llena de curvas cerradas de 180º. Como dice Mariano, toda una escuela de como tomar curvas en subida con la bici.
Cuando ya estamos a punto de finalizar la subida nos desviamos un poco a un mirador que hay. Vistas espectaculares del pantano, el valle y al fondo los pirineos. Recuperamos rápidamente energía y seguimos subiendo hasta llegar al comienzo de la bajada Anaconda Bong. La bajada estrella del día y no defrauda. Bajada rapidísima y espectacular llena de rampas vertiginosas y curvas peraltadas. Disfrutamos como niños.
Cuando llegamos a la presa ya es tarde, hemos perdido mucho tiempo en el sendero inicial a Eugi. Volvemos disparados por carretera a donde tenemos los coches y el restaurante. Cuando llegamos malas noticias, el restaurante está saturado, hay que esperar mínimo media hora para que nos atiendan. Montamos rápidamente las bicis en los coches y vamos al bar del polideportivo. Ahí si tenemos suerte, no sirven enseguida y tienen un buen menú del día. Pasamos un momento agradable comiendo y una vez tomado el postre y el café todos para casa. Una buena forma de terminar la jornada.
Eremua nunca defrauda y cada año que pasa tienen mejor las pistas, mas limpias y mejor trazadas.
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9 Txalupas aparecemos en la avenida de Tolosa para ir con los coches hasta zubiri, en el valle de Estereibar, Navarra. Llegamos, y la primera sorpresa, los termómetros marcan 6ºC. Nosotros esperábamos 13ºC como dictaban las previsiones. Hacía un frío del carajo. Salimos con las bicis a las 9 en punto, hacemos un km de carretera y enseguida empezamos con una senda. La idea era ir por la senda hasta Eugi evitando la carretera, pero fue una mala idea, el camino no era bueno, había que empujar mucho la bici y eso nos hizo perder tiempo. Lo bueno es que enseguida entramos en calor. Decidimos dejar la senda y continuar por la carretera hasta Eugi, de ahí, un poco mas adelante cogimos la primera subida del día, la que nos llevaría hasta el comienzo de la Nafar Whistler. Subida cómoda aunque larga, subimos algo mas de 400m de desnivel.
Llegamos hasta el cartel de inicio de la bajada, recuperamos energía comiendo unas barritas y empezamos la bajada. Empezó bonita, pero luego vino el rockgarden, ya estábamos avisados, la mayoría de nosotros paso ese tramo bajado de la bici. Una vez superado ese tramo el resto fue una rápida y preciosa bajada entre el bosque hasta que llegamos de nuevo a la carretera.
Continuamos hasta el parking que hay al final del pantano y empezamos el plato fuerte del día, la subida por Sugea. Subida larga, muy larga, y ante todo preciosa. Subida que remonta 600 metros de desnivel llena de curvas cerradas de 180º. Como dice Mariano, toda una escuela de como tomar curvas en subida con la bici.
Cuando ya estamos a punto de finalizar la subida nos desviamos un poco a un mirador que hay. Vistas espectaculares del pantano, el valle y al fondo los pirineos. Recuperamos rápidamente energía y seguimos subiendo hasta llegar al comienzo de la bajada Anaconda Bong. La bajada estrella del día y no defrauda. Bajada rapidísima y espectacular llena de rampas vertiginosas y curvas peraltadas. Disfrutamos como niños.
Cuando llegamos a la presa ya es tarde, hemos perdido mucho tiempo en el sendero inicial a Eugi. Volvemos disparados por carretera a donde tenemos los coches y el restaurante. Cuando llegamos malas noticias, el restaurante está saturado, hay que esperar mínimo media hora para que nos atiendan. Montamos rápidamente las bicis en los coches y vamos al bar del polideportivo. Ahí si tenemos suerte, no sirven enseguida y tienen un buen menú del día. Pasamos un momento agradable comiendo y una vez tomado el postre y el café todos para casa. Una buena forma de terminar la jornada.
Eremua nunca defrauda y cada año que pasa tienen mejor las pistas, mas limpias y mejor trazadas.
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