Crónicas y fotos del 12 de Octubre

A pesar de que el día amenazaba lluvia, 19 mendikletaris nos hemos juntado hoy en el día de las Pilis, Pilares y demás. Sin rumbo muy definido salimos por la orilla del Urumea hasta Amara-Loiola

En el cruce de la hípica, 10 del equipo A deciden adelantarse por carretera para ganar tiempo. Los nueve restantes vamos por la hípica hasta la parada habitual en Ergobia. Al poco de reanudar la marcha, rompe a llover. Fernando e Ignacio se vuelven a casa. El resto nos guarecemos unos en un lado otros en otro. Cuando para la lluvia, seguimos y nos volvemos a juntar. Quedamos 7 y vamos con intención de llegar hasta Andoain, meternos un rato por el Plazaola y volver por la misma senda. A Xabi le parece poco y se va a machacarse un poco.
Pero hete aquí que divisamos a pocos metros delante nuestro a los del A y nos decimos: "a por ellos". Apretamos los calapiés y después del barrio Portu les adelantamos como una exhalación. Ya habíamos pasado por el desvío hacia Urnieta así que había que cambiar de ruta. Digo "vamos por el puente" y lo atravesamos mientras el equipo A sigue recto y con ellos Jesus Martin que no se había percatado de nuestra maniobra. Pensamos que seguiría con ellos. Pero se ha pasado media mañana buscándonos. ¡Qué rabia me ha dado haber perdido así a un compañero...! Así que nos quedamos Jesusmari, Txema, Juan, Koldo y yo.
Por la carretera pensamos llegar hasta Ereñozu, pero a la altura del polígono Epele, el de los ascensores Orona, Txema opta por girar a la izquierda y acometer la dura ascensión de hormigón que nos planta a las faldas de Santiagomendi. Recuperamos el aliento, pasamos junto a la granja de conejos y alcanzamos la sidrería Mendizabal.

Nos hacemos unas fotos con las manzanas que beberemos como sidra la temporada que viene, pasamos junto al asador Ermaña y la casa de fachada roja, Aixienea, y llegamos a la ermita de Santiagomendi.

Bajamos por la carretera hasta el polideportivo de Astigarraga. Juan ya había avisado que se estaba quedando sin frenos. Tanto era así que los últimos tramos del descenso los ha tenido que hacer andando. Y por el bidegorri llegamos hasta el cruce frente a los cuarteles de Loiola. Me despido y me preparo para seguir hacia Amara cuando veo que Koldo y Txema dan con sus huesos en el suelo. Me acerco a ellos cuando se levantan doloridos. El peor parado parece Txema, que se duele del codo (espero que no sea nada, txabal). Y en esto que aparece Jesús Martin que se había llegado, creo, que hasta Besabi. Y sin más hasta casita después de pasar una mañana agradable (después del chaparrón inicial no hemos vuelto a ver la lluvia) rodando por unos parajes que son preciosos incluso con tiempo nublado. ¡Así es nuestra querida Gipuzkoa...!