Fuimos 11 los que estabamos en el punto de salida y los que nos plantamos en la subida a Arritxulegi
después de recorrer la Nacional I hasta Errenteria y llegarnos hasta
Oiartzun por el bidegorri de Arditurri. Cuatro no siguieron cuesta arriba.
Subimos por carretera hasta la entrada a la pista que nos condujo a Oianleku, en el monte Munerre, en las cercanías del puerto de Bianditz. Un continuo sube-baja (más sube que baja) por unos parajes preciosos, con una estupenda vegetación (sotobosque, hayedos, robledales, coníferas,...), cascadas y demás nos llevó hasta la fuente que está cercana al cromlech denominado Oianleku Sur, en el área recreativa de Oianleku...
Subimos por carretera hasta la entrada a la pista que nos condujo a Oianleku, en el monte Munerre, en las cercanías del puerto de Bianditz. Un continuo sube-baja (más sube que baja) por unos parajes preciosos, con una estupenda vegetación (sotobosque, hayedos, robledales, coníferas,...), cascadas y demás nos llevó hasta la fuente que está cercana al cromlech denominado Oianleku Sur, en el área recreativa de Oianleku...
Comenzando
el descenso, pincho la rueda trasera. Reventón. Es la que lleva el
motor. Nos cuesta un montón el arreglo, pero ya hemos aprendido cómo
hacerlo para la próxima vez.
Cuando reemprendimos la marcha, lo hicimos dirección Karrika, por la pista de cemento que sale del collado Zaldin (el collado donde siempre hay vacas).
Cuando reemprendimos la marcha, lo hicimos dirección Karrika, por la pista de cemento que sale del collado Zaldin (el collado donde siempre hay vacas).
Una vez completado el descenso hasta el frontón de Karrika, iniciamos el
regreso a Donostia por la general. Llegué a casa con
casi 44 km en las piernas y más contento que unas
pascuas, pues la etapa había sido preciosa, el tiempo nos había
acompañado (4-5º a la salida, y con un sol reluciente pero que no
calentaba demasiado debido al viento norte).
Equipo Z
Equipo A
Equipo A
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