Crónica de la etapa del domingo, 11 de Enero

Cuando he bajado al trastero a por la bici, la he encontrado con la rueda trasera sin aire. Cojo el hinchador de pié y trato de meterle aire. ¿Resultado? Pierde presión a la misma rapidez con la que yo le doy al inflador. O sea, que toca cambiar la cámara. Como cuando termino son las 8:26, llamo a Victor y le digo que me incorporaré al grupo en Loyola.

Allí me encuentro conque el grupo está compuesto por unos treinta y siete componentes...! ¡Toma ya ! Un día con temperaturas bajo cero a la hora de la salida y tal es el número de Txalupas que tomamos ruta hacia Hernani y más concretamente, al barrio de Epele. Cuando haga buen tiempo, ¿cuántos vamos a juntarnos?
Para atravesar el puente sobre el Urumea, unos lo hacen andando (pensando que las maderas estarían húmedas y resbaladizas) y otros (más valientes) montados sobre sus bicis.A la altura de las instalaciones de los ascensores Orona, torcemos a la izquierda y abandonamos la carretera que va hasta Goizueta para tomar una pista cómoda en su principio e imposible de ciclar a partir de un determinado momento. Un rato a pié y otros encima de la bici hemos seguido no sin sufrir una avería que ha retrasado a gran parte del grupo que se ha quedado ayudando al accidentado.
Hemos hecho una paradita junto a la piedra de Delfín (si, así se llama ese sitio, como otro se llama el pavo que pica) para continuar el ascenso. Cada vez nos hemos encontrado con mas zonas embarradas hasta llegar a un punto en que ha sido imposible continuar sobre la bici.En el cruce que nos lleva o bien al picadero de caballos, o bien a Malmazar, o bien a cuevas de Landarbaso, el grupo se rompe. El equipo A sigue la ruta marcada (aunque hay quien opina que en días como hoy no hay que tomar el libro de rutas como si fuera la Biblia y que se podía haber realizado otro recorrido sin tanto barro), mientras el equipo Z opta por regresar, pasando por Landarbaso (donde se produce una caída, sin consecuencias, debido al hielo que había en el camino)
Lavado de bicis en la gasolinera próxima a Perurena y me presento en casa a las 12:12, después de unos 40 kilómetros de recorrido.
¿Y los pintxos? Pues en Zubieta: un choricito cocido y otro de carne cocida (Iba con la intención de tomar un pintxo de rabo de toro, pero no ha podido ser: el bar donde lo ponen estaba cerrado por vacaciones. Otra vez será)