Crónica de la etapa del domingo, 2 de Noviembre

¡Menudo cambio de tiempo del sábado al domingo! A la hora de la salida hizo la misma temperatura los dos días (9 - 10º C), pero mientras el sábado tuvimos una jornada soleada animada por el viento sur, el domingo, por contra, salió un auténtico día de perros, en el que no dejó de llover en ningún momento.

Pese a ello, en el Txalupa siempre hay un puñado de valientes que no se arredran por las inclemencias del tiempo (que, por cierto, se repetirán durante muchos de los domingos venideros).
Eramos 11 los que teníamos que decidir qué hacer, ya que no estaba el día para completar la etapa diseñada en la hoja de rutas. Y tras breve deliberación, Ander, Isaac, Josi, Martín y Xabi salieron con la idea de acercarse por lo menos hasta Sorondo. El resto, Koldo, José Luis, Juan Mari, Luigi, Mauri y yo optamos por otra ruta, evitando por una lado la Nacional I, y por otro, las zonas con mucho barro. (Pongo los nombre de todos los que nos animamos a salir pese al mal tiempo como homenaje a los once animosos jabatos que no nos quedamos en la cama. Así quedan en evidencia "las nenazas" que dejan de lado la BTT y se quedan en casa diciendo "qué frío hace..."
Nos llegamos primero hasta Anoeta para de allí subir a Illumbe y acceder a la zona de hospitales por el bidegorri que llega hasta cerca del nuevo Oncológico. Continuamos hasta Jauregi y pasamos junto a la zona de escalada de Santa Bárbara.

Bajamos a Lasarte pasando por Elutxeta y recorriendo el bidegorri del Plazaola en sentido contrario (cuesta abajo) del que hicimos el sábado. Pasamos Zubieta y el barrio Santu Enea de Usurbil. Antes de llegar a la zona donde está Saltxipi, cogimos el camino a la izquierda que, pasando por el Sanatorio de Usurbil, nos devuelve a Santu Enea.
Cruzamos el puente sobre el Oria, atravesamos Usurbil y subimos por la carretera que pasa junto a la finca en la que se encuentran los ciervos. Incluso nos detuvimos a observarles de cerca (Lógicamente, la foto corresponde a otro día en el que el tiempo era bastante mejor)

Bajamos a Igara por la cuesta de la ranita y a la altura del palacio Miramar, Juan Mari y yo despedimos al grupo y subimos por Pío Baroja hacia nuestros destinos finales. Llegué a casa a las 11:40 y me sorprendí al ver que, como quien no quiere la cosa, habíamos completado una etapita de algo más de 40 km.
Y tras una ducha reparadora, me dirigí con la cuadri a Astigarraga a tomar el aperitivo (gambas gabardina, patatas ali-oli y brocheta de langostinos, todo ello bien regado con unos vasos de refrescante sidra)