Crónica y fotos de la etapa del domingo, 25 de Mayo

28 - 14 - 6 - 4 ¿Parece la combinación ganadora de alguna Bonoloto? Pues no. Ya os explico lo que significa.

• 28 - Es el número de txirrindularis que nos dimos cita este domingo para dirigirnos, por la ruta archiconocida, hasta Ugaldetxo, remontando el cauce del río Urumea. A pesar sus ínfulas como de río Sena, el Urumea es una corriente bien modesta. Recorre 59 kilómetros, casi nunca supera los dos metros de profundidad y sólo alcanza anchuras de más de quince metros en los tramos finales, ya invadidos por las mareas. Y la modestia es el rasgo que destaca su propio nombre: Urumea, ur mehea, agua fina, agua poco profunda. El Urumea abandona la ciudad por los barrios de Loiola y Martutene, va combinando polígonos industriales con zonas de huertas en la vega de Astigarraga, y alcanza Hernani. Esta población, que ronda los mil años de edad, vigila la vega del Urumea desde su casco viejo, encaramado a una colina. A orillas del río queda el barrio del Puerto, de evidente pasado, y por la carretera GI-3410 iremos atravesando otros barrios hernaniarras diseminados por el Urumea. Pasamos el de Zikuñaga, el polígono industrial Eziago y las casas de Epele, y poco a poco el camino se pliega a los dictados del río: es un trazado sinuoso, ideal para ciclistas, encajado en un valle muy estrecho y cobijado por un frondoso bosque de ribera (alisos, fresnos, sauces). Estas angosturas impiden que los caseríos se asienten en las laderas, por lo que se arraciman en barrios como Fagollaga (en la foto, puente a la altura del restaurante Fagollaga) o Ereñotzu, en la misma vega.
• 14 - Es el número de txirrindularis que nos separamos del equipo A en el barrio Ugaldetxo, donde la carretera cruza a la otra orilla del río. De aquí el equipo A tenía intención de ir hacia el Adarra. Nosotros continuamos el camino que se retuerce y trepa por la ladera, en busca del paso a Navarra, a la altura del caserío Naparralde y llegamos hasta el cruce con la carretera a Arano.
• 6 - Es el número de txirrindularis que, después de despedirnos con una foto conmemorativa de los que se volvían para casa , continuamos la ascensión y nos llegamos hasta el mismo centro de Arano.
• 4 - Es el número de txirrindularis que nos quedamos en Arano a tomar un riquísimo caldito. Terminado el cual, carretera y manta para llegar a la puerta de mi casa a las doce y media, después de recorrer algo mas de 60 km. No está nada mal para cuatro horas de bici, caldito incluido.

Y a la una, tras encontrarme con la cuadri, nos fuimos al Dana-Ona (junto al hipódromo, en Zubieta) donde degustamos una tortilla de hongos y un pintxo de morcilla, bien..., pero que bien acompañados por unas Voll-Dam doble malta, que "sólo" llevan un volumen de alcohol del 7.2%

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