Peio y yo hemos seguido lo indicado en el libro de ruta y hemos bajado directamente a Ugaldetxo, la aventura ha sido algo más complicada de la previsto debido a las lluvias del fin de semana pasado. Nada más empezar a bajar un desprendimiento cubría totalmente la pista al cruzarla hemos metido los pies en el barro hasta el tobillo, al girar en la siguiente curva y volver a pasar por el mismo nos hemos encontrado con un nuevo desprendimiento más grande aún que el anterior y ha sido ahí cuando el espíritu txalupa que nos trasmite Josi ha tomado una mala decisión, siguiendo la idea de que todo camino lleva a algún sitio nos hemos ido por una pista elegante que nos llevaba hacía abajo a la izquierda tras varios kilómetros hemos llegado a un punto en el que se acababa , aunque el refrán diga que todos los caminos llevan a Roma podemos dar fe de que todos no, el nuestro llevaba a la ladera de un monte con bosque bien cerrado. Al final en casa a las 13:30
La foto es del segundo desprendimiento, Peio está en lo que antes era la pista.
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