Después de esperar un tiempo prudencial al fotógrafo que era de venir a sacarnos unas fotos para el artículo del DV, y viendo que no venía, nos pusimos en marcha hacia Hernani. Los termómetros marcaban 18-19º; el cielo estaba bastante despejado, aunque se fue cubriendo , quedando encapotado el resto de la mañana.
Al llegar a la altura del polígono Eziago (pero en la otra margen del río) Enrique se puso en cabeza y cambió la ruta: en vez de dirigirnos hacia Xoxoka y Besabi, tomó la pista que, partiendo de la sidrería de los hermanos Olaizola (pelotaris) y después de unos tramos asfaltados (bastante duros) y otros con mucha piedra (imposibles de recorrerlos sobre la bici), se junta con la que viene de Besabi y llega al collado Zuloeta, cerca del Oindi, donde se encuentra el paso canadiense.
Comenzamos el descenso los 22 que componíamos el grupo, (ya que para entonces Yosu se había tenido que dar la vuelta, por imperativos del trabajo) para separarnos poco después: el equipo A continuó hacia Olazar txiki, mientras el equipo Z buscó una bajado no tan "técnica". pero saliendo los dos grupos casi al mismo tiempo a la carretera de Goizueta-Hernani e hicimos la vuelta todos juntos, hasta la gasolinera de Karabel. Aquí los que teníamos mas prisa continuamos sin apenas parar y llegamos a casa (yo por lo menos) sobre las doce y media, con unos 42-43 kilómetros en las piernas.
Después del consabido baño y cambio de ropa, me junté con la "cuadri". Nos fuimos a tomar el aperitivo a Perurena. Pero nos lo encontramos cerrado. Así que continuamos un poco hacia Listorreta y torcimos a los pocos metros a la izquierda para llegar a Frantxilla Berri donde degustamos un estupendo chorizo cocido y un mejor pintxo de bacalao con pimientos verdes. Y no faltó la sidra y un txakolí para rematar la mañana.
Al llegar a la altura del polígono Eziago (pero en la otra margen del río) Enrique se puso en cabeza y cambió la ruta: en vez de dirigirnos hacia Xoxoka y Besabi, tomó la pista que, partiendo de la sidrería de los hermanos Olaizola (pelotaris) y después de unos tramos asfaltados (bastante duros) y otros con mucha piedra (imposibles de recorrerlos sobre la bici), se junta con la que viene de Besabi y llega al collado Zuloeta, cerca del Oindi, donde se encuentra el paso canadiense.
Comenzamos el descenso los 22 que componíamos el grupo, (ya que para entonces Yosu se había tenido que dar la vuelta, por imperativos del trabajo) para separarnos poco después: el equipo A continuó hacia Olazar txiki, mientras el equipo Z buscó una bajado no tan "técnica". pero saliendo los dos grupos casi al mismo tiempo a la carretera de Goizueta-Hernani e hicimos la vuelta todos juntos, hasta la gasolinera de Karabel. Aquí los que teníamos mas prisa continuamos sin apenas parar y llegamos a casa (yo por lo menos) sobre las doce y media, con unos 42-43 kilómetros en las piernas.
Después del consabido baño y cambio de ropa, me junté con la "cuadri". Nos fuimos a tomar el aperitivo a Perurena. Pero nos lo encontramos cerrado. Así que continuamos un poco hacia Listorreta y torcimos a los pocos metros a la izquierda para llegar a Frantxilla Berri donde degustamos un estupendo chorizo cocido y un mejor pintxo de bacalao con pimientos verdes. Y no faltó la sidra y un txakolí para rematar la mañana.
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