lunes, 9 de junio de 2008

Crónica de la etapa del domingo, 8 de Junio

Cayeron unas pocas gotas antes de las ocho, pero el resto de la mañana se mantuvo sin llover y, a ratos, asomaba el sol entre las nubes. La temperatura era buena (14-15º a la hora de la salida), así que todo presagiaba una buena mañana para darnos una vuelta por el monte con nuestras bicis.
Nada menos que 22 fuimos los que nos juntamos ayer; y eso que creo que fueron unos seis compañeros del Txalupa los que fueron a Alsasua para participar en la XIIIª Travesía de B.T.T. (No Competitiva) Aquí podréis ver el recorrido, distancia, perfil ....
Nosotros subimos a Malbazar por la ruta de siempre, sin mas percances que un pinchazo del hijo de Alberto Ortiz antes de encarar la última subida hacia San Marcos, que, por cierto, la han asfaltado recientemente.
Aquí fue donde parte del grupo Z optó por descender hacia la carretera Goizueta-Hernani, no se si por el camino que lleva a la chimenea y a Latxe, o por otro sendero (¿nos lo contará alguien de los que fueron o se les caen los anillos si tienen que hacer un comentario en el blog?). El resto subimos un poco hacia Aldura para luego iniciar el descenso. En un momento de esta bajada, dejamos que el equipo A siguiera la ruta programada hacia el Zaria y el resto del equipo Z acortamos la ruta pasando por Sorondo y la ermita Ozentzio.
Y poco más. Fuimos por el caserío Sarobe Sein (Pavo que pica) y siguiendo la erreka Sarobe, aparecimos en el barrio Iturrioz. Aquí se encuentra la Casa-torre de Iturriotz.
Lavamos las bicis (con 2 euros nos bastó para los cinco y todavía seguía quedando agua) y ya con menos barro, a casita, por la Nacional 1. Yo llegué sobre las doce y cuarto.
Despúes de la reparadora ducha nos fuimos a tomar el aperitivo. Primero al Antxuene (en Konkorrena, junto a la villa donde Victor nos invitó a un suculento almuerzo aquel día que festejaba su cumpleaños) donde comí un pintxo (mini bocadillo) de chorizo a la sidra. Y luego en el bar Etxabe (en Aldakonea) tomamos unos champiñones laminados a la plancha, con ajitos y perejil.... ¡Hum..., que rico estaba...! Y, claro, también unos cuantos vasos de refrescante sidra.

Lo malo vino a la tarde. Pero mejor no hablemos de futbol...

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