La crónica, por Mariano
Otra salida con alerta meteorológica. Y hemos estado muy alerta. Algunos incluso la alerta la han seguido desde la cama. Un aviso de última hora de que la salida oficial se mantenía ha servido para que 4 de los irreductibles, se plantaran a la hora de siempre, en el lugar de siempre. Hemos esperado los 5 minutos de rigor y sin nada de lluvia pero preparados para lo que se anticipaba, iniciamos la ruta oficial. Camino de Hernani, Josi decide hacer la guerra por su cuenta, oh sorpresa, y nos deja. Quedamos 3 que, ahora si hacemos uso de nuestro mejores ropajes para evitar mojarnos con los reiterados y cortos chubascos que nos han acompañado toda la mañana. Ya en Latse nos abrimos las cremalleras e iniciamos la subida dura, muy dura hacia el collado de Malbazar. Las torrenteras se desbordaban a cada paso, el río parecería que llevaba una talla pequeña de ropa. Todo él era espectacular. Y por si no fuera suficiente placer para la vista, una musiquita que se convierte en un concierto sinfónico se inicia. La granizada que se desencadena como tambores furiosos, tiñe el suelo de blanco y el crujido de las ruedas al pisarlo, forma parte de la nueva sinfonía que componemos los 3 maestros. No notamos el frío, la subida se convierte sin quererlo en un sistema natural de aerotermia. Ya arriba, decido hacer la espera en el primer refugio. Hace frío, graniza, el viento nos acompaña. Fantasía en el bosque. Barrita y seguimos a Malbazar por el sube baja del bosquecito. Decidimos subir hasta la entrada de abejas y comprobar el nuevo paso canadiense instalado, así como las nuevas vallas. Bajamos por senderos hasta Susperregui y directos al cementerio de coches. En Astigarraga alguno se va para Alza y los que quedamos seguimos, sin gota de lluvia hasta el túnel de Morlans. Para recordarnos cómo ha sido el día, a la salida del túnel nos esperaba nuevo aguacero. Sin problema. La ducha a menos de 5 minutos. Gran día, sin averías, y conviviendo con la naturaleza y nuestra propia meteorología.
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Otra salida con alerta meteorológica. Y hemos estado muy alerta. Algunos incluso la alerta la han seguido desde la cama. Un aviso de última hora de que la salida oficial se mantenía ha servido para que 4 de los irreductibles, se plantaran a la hora de siempre, en el lugar de siempre. Hemos esperado los 5 minutos de rigor y sin nada de lluvia pero preparados para lo que se anticipaba, iniciamos la ruta oficial. Camino de Hernani, Josi decide hacer la guerra por su cuenta, oh sorpresa, y nos deja. Quedamos 3 que, ahora si hacemos uso de nuestro mejores ropajes para evitar mojarnos con los reiterados y cortos chubascos que nos han acompañado toda la mañana. Ya en Latse nos abrimos las cremalleras e iniciamos la subida dura, muy dura hacia el collado de Malbazar. Las torrenteras se desbordaban a cada paso, el río parecería que llevaba una talla pequeña de ropa. Todo él era espectacular. Y por si no fuera suficiente placer para la vista, una musiquita que se convierte en un concierto sinfónico se inicia. La granizada que se desencadena como tambores furiosos, tiñe el suelo de blanco y el crujido de las ruedas al pisarlo, forma parte de la nueva sinfonía que componemos los 3 maestros. No notamos el frío, la subida se convierte sin quererlo en un sistema natural de aerotermia. Ya arriba, decido hacer la espera en el primer refugio. Hace frío, graniza, el viento nos acompaña. Fantasía en el bosque. Barrita y seguimos a Malbazar por el sube baja del bosquecito. Decidimos subir hasta la entrada de abejas y comprobar el nuevo paso canadiense instalado, así como las nuevas vallas. Bajamos por senderos hasta Susperregui y directos al cementerio de coches. En Astigarraga alguno se va para Alza y los que quedamos seguimos, sin gota de lluvia hasta el túnel de Morlans. Para recordarnos cómo ha sido el día, a la salida del túnel nos esperaba nuevo aguacero. Sin problema. La ducha a menos de 5 minutos. Gran día, sin averías, y conviviendo con la naturaleza y nuestra propia meteorología.
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