La crónica, por Manolo M.
Una temperatura muy baja, unos 0º cuando, hoy domingo, día 23 de enero, cuando salgo de casa con intención de hacer la etapa del día. En la apisonadora de Intxaurrondo me reuno con el grupo, somos un total de diez los txalupas que iniciamos la subida a San Marcos; y, una vez llegados allí, se nos unen seis más procedentes del este; con posterioridad, todavía llegarían dos más, siendo el pelotón más numeroso el compuesto por un total de dieciocho miembros; aunque, poco después, una vez llegados a Malmazar, los del este nos dejan definitivamente. Quedando el grupo definitivo formado por doce bikers.
Dejando atrás Malmazar, una vez llegados al punto donde normalmente el grupo se desdobla para hacer la tradicional “carrera” hasta el poste indicador, hoy, vista la poco numerosa concurrencia, se optó por evitarse problemas de descoordinación o pérdidas, y hacernos todos el mismo recorrido a través del bosque de hayas (Ugaldetxoko basoa), recorrido que, aunque paisajísticamente es muy atractivo, no está ausente de múltiples dificultades técnicas en forma de pequeños arroyos, de abundantes raíces y de laderas inclinadas con senderos poco marcados y con fuertes pendientes. Una vez recorrido el tramo de bosque, el itinerario restante hasta alcanzar la cota máxima del día (450 m.) no ha resultado mucho más fácil puesto que son numerosos los tramos en los que se hace necesario empujar la bici, bien por no ser el terreno ciclable, o bien porque las pendientes a ascender constan en ocasiones de unos porcentajes capaces de disuadir a los bikers más intrépidos. Una vez superadas las subidas, el descenso por diversos senderos en dirección a la cuenca del Urumea tampoco ha estado exento de dificultades técnicas hasta llegar todos a la altura del río en las proximidades de Pagoaga; en este punto, y antes de atravesar el puente sobre el Urumea, el grupo se divide definitivamente para el regreso, optando algunos por tomar la carretera de Goizueta hacia Hernani, mientras que otros deciden alargar un poco el recorrido ciclando por la margen derecha del río.
La etapa ha resultado corta, inferior a los 42 km, y no eran más de las 13:00 cuando algunos ya estábamos tomando la caña y el pincho en el Mikel, aunque sí que se hace preciso reseñar que, probablemente, y a pesar de su corto recorrido, resulte ser ésta una de las etapas más “empujadoras” de todo el calendario Txalupa; afortunadamente el tiempo nos ha acompañado con un día que, en términos generales, ha resultado agradable y divertido a pesar del intenso frío matutino.
Dejando atrás Malmazar, una vez llegados al punto donde normalmente el grupo se desdobla para hacer la tradicional “carrera” hasta el poste indicador, hoy, vista la poco numerosa concurrencia, se optó por evitarse problemas de descoordinación o pérdidas, y hacernos todos el mismo recorrido a través del bosque de hayas (Ugaldetxoko basoa), recorrido que, aunque paisajísticamente es muy atractivo, no está ausente de múltiples dificultades técnicas en forma de pequeños arroyos, de abundantes raíces y de laderas inclinadas con senderos poco marcados y con fuertes pendientes. Una vez recorrido el tramo de bosque, el itinerario restante hasta alcanzar la cota máxima del día (450 m.) no ha resultado mucho más fácil puesto que son numerosos los tramos en los que se hace necesario empujar la bici, bien por no ser el terreno ciclable, o bien porque las pendientes a ascender constan en ocasiones de unos porcentajes capaces de disuadir a los bikers más intrépidos. Una vez superadas las subidas, el descenso por diversos senderos en dirección a la cuenca del Urumea tampoco ha estado exento de dificultades técnicas hasta llegar todos a la altura del río en las proximidades de Pagoaga; en este punto, y antes de atravesar el puente sobre el Urumea, el grupo se divide definitivamente para el regreso, optando algunos por tomar la carretera de Goizueta hacia Hernani, mientras que otros deciden alargar un poco el recorrido ciclando por la margen derecha del río.
La etapa ha resultado corta, inferior a los 42 km, y no eran más de las 13:00 cuando algunos ya estábamos tomando la caña y el pincho en el Mikel, aunque sí que se hace preciso reseñar que, probablemente, y a pesar de su corto recorrido, resulte ser ésta una de las etapas más “empujadoras” de todo el calendario Txalupa; afortunadamente el tiempo nos ha acompañado con un día que, en términos generales, ha resultado agradable y divertido a pesar del intenso frío matutino.
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Una temperatura muy baja, unos 0º cuando, hoy domingo, día 23 de enero, cuando salgo de casa con intención de hacer la etapa del día. En la apisonadora de Intxaurrondo me reuno con el grupo, somos un total de diez los txalupas que iniciamos la subida a San Marcos; y, una vez llegados allí, se nos unen seis más procedentes del este; con posterioridad, todavía llegarían dos más, siendo el pelotón más numeroso el compuesto por un total de dieciocho miembros; aunque, poco después, una vez llegados a Malmazar, los del este nos dejan definitivamente. Quedando el grupo definitivo formado por doce bikers.
Dejando atrás Malmazar, una vez llegados al punto donde normalmente el grupo se desdobla para hacer la tradicional “carrera” hasta el poste indicador, hoy, vista la poco numerosa concurrencia, se optó por evitarse problemas de descoordinación o pérdidas, y hacernos todos el mismo recorrido a través del bosque de hayas (Ugaldetxoko basoa), recorrido que, aunque paisajísticamente es muy atractivo, no está ausente de múltiples dificultades técnicas en forma de pequeños arroyos, de abundantes raíces y de laderas inclinadas con senderos poco marcados y con fuertes pendientes. Una vez recorrido el tramo de bosque, el itinerario restante hasta alcanzar la cota máxima del día (450 m.) no ha resultado mucho más fácil puesto que son numerosos los tramos en los que se hace necesario empujar la bici, bien por no ser el terreno ciclable, o bien porque las pendientes a ascender constan en ocasiones de unos porcentajes capaces de disuadir a los bikers más intrépidos. Una vez superadas las subidas, el descenso por diversos senderos en dirección a la cuenca del Urumea tampoco ha estado exento de dificultades técnicas hasta llegar todos a la altura del río en las proximidades de Pagoaga; en este punto, y antes de atravesar el puente sobre el Urumea, el grupo se divide definitivamente para el regreso, optando algunos por tomar la carretera de Goizueta hacia Hernani, mientras que otros deciden alargar un poco el recorrido ciclando por la margen derecha del río.
La etapa ha resultado corta, inferior a los 42 km, y no eran más de las 13:00 cuando algunos ya estábamos tomando la caña y el pincho en el Mikel, aunque sí que se hace preciso reseñar que, probablemente, y a pesar de su corto recorrido, resulte ser ésta una de las etapas más “empujadoras” de todo el calendario Txalupa; afortunadamente el tiempo nos ha acompañado con un día que, en términos generales, ha resultado agradable y divertido a pesar del intenso frío matutino.
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