domingo, 15 de enero de 2023

Track y crónica del domingo 15 de enero


La crónica, por Manolo M

Domingo, 15 de enero; hoy tocaba la ya tradicional “Etapa de los Polvorones”. Unas predicciones nada optimistas en cuanto a la meteorología se cumplen plenamente: día desapacible, con una temperatura que ronda los 8ºC, y además con una lluvia pertinaz que no hace sino invitar a la más que sensata opción de quedarse en la cama en esta mañana invernal de domingo.
Como la ya amplia experiencia “txalupa” acumulada a lo largo de estos últimos años me ha enseñado, por duras que a priori sean las condiciones ambientales, el hacer la etapa del día siempre compensa y, de cualquiera de las maneras, seguro que en el peor de los casos, el hacerla contribuirá a sentirse satisfecho con uno mismo. Así pues, haciendo de tripas corazón, me dirijo a Avda. Navarra en la que en principio sólo encuentro a Agus, aunque, poco a poco, se van sumando más entusiastas hasta que finalmente somos nueve los que iniciamos la ruta en dirección a la primera dificultad orográfica: la subida a Zorroaga-Hospitales. Poco después, a la altura de Orona, la inevitable foto de grupo para, posteriormente, ciclar por el Valle de Jauregi y coronar en la ermita de Sta. Bárbara. Seguimos sin mayores contratiempos hasta la ermita de Azkorte, y es aquí donde se hace honor a la celebración del día y se comparten unos dulces navideños aportados por los más previsores, unos dulces más que bien regados con un moscatel que Agus gentilmente nos ha escanciado después de haber tenido la previsión de acarrearlo en su botellín de hidratación.
En la propia ermita uno nos abandona y nos quedamos los ocho que concluiremos lo que resta de etapa. A estas alturas la lluvia ha arreciado, hace más frío y además, vista la peligrosidad y falta de adherencia del terreno se decide que lo más prudente es prescindir de la subida (y posterior bajada) del Buruntza, así que ciclando por las estribaciones de esa cima; llega un momento en el que, acusando la ausencia de la Oficialidad, nos hallamos un poco desnortados y sufrimos algunos momentos de confusión y dudas en el tramo de sendero que atraviesa el bosque entre los kilómetros 18 y 19,5; y es que en este tramo el sendero se encuentra actualmente muy deteriorado: abundante maleza, árboles caídos, derrumbes en la ladera etc.. por todo ello, además de la desorientación, muchas han sido las dificultades que en ese tramo hemos sufrido y que nos han obligado a hacer un uso continuo del “empujen bike”, siendo por una vez los eléctricos los que más han penado, especialmente al haberse visto obligados a emplearse a fondo para poder acarrear sus pesadas máquinas en zonas muy difíciles. Finalmente, después del sufrimiento de un larguísimo kilómetro y medio, divisamos “el caserío del prado deslizante”, y junto con él, también a la vista la cementada que conduciéndonos a Lasarte, permite que sin mayores incidencias, estemos todos de regreso, satisfechos de haber cumplido y disfrutado de esta clásica entre las clásicas “Etapa de los Polvorones”.

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  1. Domingo, 15 de enero; hoy tocaba la ya tradicional “Etapa de los Polvorones”. Unas predicciones nada optimistas en cuanto a la meteorología se cumplen plenamente: día desapacible, con una temperatura que ronda los 8ºC, y además con una lluvia pertinaz que no hace sino invitar a la más que sensata opción de quedarse en la cama en esta mañana invernal de domingo.
    Como la ya amplia experiencia “txalupa” acumulada a lo largo de estos últimos años me ha enseñado, por duras que a priori sean las condiciones ambientales, el hacer la etapa del día siempre compensa y, de cualquiera de las maneras, seguro que en el peor de los casos, el hacerla contribuirá a sentirse satisfecho con uno mismo. Así pues, haciendo de tripas corazón, me dirijo a Avda. Navarra en la que en principio sólo encuentro a Agus, aunque, poco a poco, se van sumando más entusiastas hasta que finalmente somos nueve los que iniciamos la ruta en dirección a la primera dificultad orográfica: la subida a Zorroaga-Hospitales. Poco después, a la altura de Orona, la inevitable foto de grupo para, posteriormente, ciclar por el Valle de Jauregi y coronar en la ermita de Sta. Bárbara. Seguimos sin mayores contratiempos hasta la ermita de Azkorte, y es aquí donde se hace honor a la celebración del día y se comparten unos dulces navideños aportados por los más previsores, unos dulces más que bien regados con un moscatel que Agus gentilmente nos ha escanciado después de haber tenido la previsión de acarrearlo en su botellín de hidratación.
    En la propia ermita uno nos abandona y nos quedamos los ocho que concluiremos lo que resta de etapa. A estas alturas la lluvia ha arreciado, hace más frío y además, vista la peligrosidad y falta de adherencia del terreno se decide que lo más prudente es prescindir de la subida (y posterior bajada) del Buruntza, así que ciclando por las estribaciones de esa cima; llega un momento en el que, acusando la ausencia de la Oficialidad, nos hallamos un poco desnortados y sufrimos algunos momentos de confusión y dudas en el tramo de sendero que atraviesa el bosque entre los kilómetros 18 y 19,5; y es que en este tramo el sendero se encuentra actualmente muy deteriorado: abundante maleza, árboles caídos, derrumbes en la ladera etc.. por todo ello, además de la desorientación, muchas han sido las dificultades que en ese tramo hemos sufrido y que nos han obligado a hacer un uso continuo del “empujen bike”, siendo por una vez los eléctricos los que más han penado, especialmente al haberse visto obligados a emplearse a fondo para poder acarrear sus pesadas máquinas en zonas muy difíciles. Finalmente, después del sufrimiento de un larguísimo kilómetro y medio, divisamos “el caserío del prado deslizante”, y junto con él, también a la vista la cementada que conduciéndonos Lasarte, permite que sin mayores incidencias, estemos todos de regreso, satisfechos de haber cumplido y disfrutado de esta clásica entre las clásicas “Etapa de los Polvorones”.

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