Con muchos de los habituales del Grupo A en la especial de Montejurra, hemos sido un total de veinte los integrantes de este grupo los que, una vez habernos despedido de los Z en el propio lugar de concentración, en Avda. Navarra, hemos dado comienzo a una etapa de hoy que, según estaba programado, debiera discurrir por el entorno del parque natural de las Peñas de Aia, en las proximidades de Oiartzun. Nada más llegar al punto de reunión habitual, nos hemos percatado de que el desarrollo de la etapa no iba a ser sencillo debido a que el grupo carecía de dirección y se hallaba totalmente descabezado; no sólo faltaba la oficialidad (Comandante y Capi), sino que también la suboficialidad, y hasta el propio “cabo txuskero” nos habían hecho huérfanos de su presencia. Total, que con muchas dudas y titubeos, poco a poco, hemos ido consensuando recorrido y haciendo kilómetros y camino, gracias sobre todo a los buenos oficios de los bikers más curtidos y experimentados como Antonio, Agus, Julito..: la habitual subida por carretera durante 4,5 Km. en dirección Lesaka, el desvío a la derecha y ya ciclando entre hayedos por pista, la larga y dura subida de más de 7 Km. hasta la fuente de Oianleku. Parada oficial, y después de esta, lo mejor: una gran parte del recorrido restante con predominio de descensos, muchos de ellos rápidos y vertiginosos; alternando entre caminos, pistas forestales y senderos; circulando siempre con una temperatura muy agradable para la práctica del MTB; sobre un piso que, aunque húmedo, se presentaba con escasez de barro y que, excepto algunas zonas muy concretas de las que Julito avisaba puntualmente, con escaso peligro de deslizamientos y caídas. En síntesis, una etapa divertida y rápida (a las 13:30 en casa) en la que, sin ningún ánimo de lisonjear a nadie, todos hemos sido una vez más conscientes de la gran importancia del trabajo de los capis (nos acordamos de Sta. Barbara cuando truena); y en la que el único incidente reseñable han sido un par de pinchazos consecutivos en la rueda trasera de Juanjo, produciéndose estos según la secuencia de hechos de sobra ya conocida en estos últimos tiempos: pinchazo o fisura en cubierta tubeless, instalación de una cámara de aire, y pinchazo también en ésta última debido a que, probablemente, quedaba sin retirar alguno de los múltiples pinchos que, por uso intensivo, acaban insertados y sellados en la mayoría de las cubiertas tubeless.
Con muchos de los habituales del Grupo A en la especial de Montejurra, hemos sido un total de veinte los integrantes de este grupo los que, una vez habernos despedido de los Z en el propio lugar de concentración, en Avda. Navarra, hemos dado comienzo a una etapa de hoy que, según estaba programado, debiera discurrir por el entorno del parque natural de las Peñas de Aia, en las proximidades de Oiartzun.
ResponderEliminarNada más llegar al punto de reunión habitual, nos hemos percatado de que el desarrollo de la etapa no iba a ser sencillo debido a que el grupo carecía de dirección y se hallaba totalmente descabezado; no sólo faltaba la oficialidad (Comandante y Capi), sino que también la suboficialidad, y hasta el propio “cabo txuskero” nos habían hecho huérfanos de su presencia.
Total, que con muchas dudas y titubeos, poco a poco, hemos ido consensuando recorrido y haciendo kilómetros y camino, gracias sobre todo a los buenos oficios de los bikers más curtidos y experimentados como Antonio, Agus, Julito..: la habitual subida por carretera durante 4,5 Km. en dirección Lesaka, el desvío a la derecha y ya ciclando entre hayedos por pista, la larga y dura subida de más de 7 Km. hasta la fuente de Oianleku.
Parada oficial, y después de esta, lo mejor: una gran parte del recorrido restante con predominio de descensos, muchos de ellos rápidos y vertiginosos; alternando entre caminos, pistas forestales y senderos; circulando siempre con una temperatura muy agradable para la práctica del MTB; sobre un piso que, aunque húmedo, se presentaba con escasez de barro y que, excepto algunas zonas muy concretas de las que Julito avisaba puntualmente, con escaso peligro de deslizamientos y caídas.
En síntesis, una etapa divertida y rápida (a las 13:30 en casa) en la que, sin ningún ánimo de lisonjear a nadie, todos hemos sido una vez más conscientes de la gran importancia del trabajo de los capis (nos acordamos de Sta. Barbara cuando truena); y en la que el único incidente reseñable han sido un par de pinchazos consecutivos en la rueda trasera de Juanjo, produciéndose estos según la secuencia de hechos de sobra ya conocida en estos últimos tiempos: pinchazo o fisura en cubierta tubeless, instalación de una cámara de aire, y pinchazo también en ésta última debido a que, probablemente, quedaba sin retirar alguno de los múltiples pinchos que, por uso intensivo, acaban insertados y sellados en la mayoría de las cubiertas tubeless.