Un numeroso grupo de txalupas (una vez más) nos concentramos este domingo en el punto de salida. Eramos 32, si las cuentas no fallan. Y luego, en Buenavista, se nos unieron Campanillas y los suyos. Total que por Antxo pedaleaba un pelotón de unos 40.
El tiempo, espléndido. Así que daba gusto pedalear por la Nacional I en amigable charleta. En Oiartzun, tomamos la subida hacia Arritxulegi, una vez que el equipo A se había adelantado.
Un par de problemillas nos detuvieron un rato en medio de la cuesta. Seguimos subiendo hasta pasar el kilómetro 6 y tomamos una pista a la izquierda para llegar al collado donde hay un gran poste de Iberdrola.
Aquí empieza el super descenso que nos llevaría a minas, no sin antes hacernos la foto del día,
Una vez terminado el vertiginoso descenso, nos acercamos hasta la impresionante escultura de nombre ‘Plenitud y Vacío: Centro’ realizada en acero corten de 20 mm. de espesor por el escultor Imanol Marrodán. Desde aquí se pueden apreciar los grandes frentes de cantera y las voluminosas escombreras que han creado en este lugar un paisaje lunar.
El tiempo, espléndido. Así que daba gusto pedalear por la Nacional I en amigable charleta. En Oiartzun, tomamos la subida hacia Arritxulegi, una vez que el equipo A se había adelantado.
Un par de problemillas nos detuvieron un rato en medio de la cuesta. Seguimos subiendo hasta pasar el kilómetro 6 y tomamos una pista a la izquierda para llegar al collado donde hay un gran poste de Iberdrola.
Aquí empieza el super descenso que nos llevaría a minas, no sin antes hacernos la foto del día,
Una vez terminado el vertiginoso descenso, nos acercamos hasta la impresionante escultura de nombre ‘Plenitud y Vacío: Centro’ realizada en acero corten de 20 mm. de espesor por el escultor Imanol Marrodán. Desde aquí se pueden apreciar los grandes frentes de cantera y las voluminosas escombreras que han creado en este lugar un paisaje lunar.
Continuamos el regreso evitando el bidegorri, ya que suponíamos que estaría "petado" de paseantes. Antes de llegar a Al Campo, nos metimos por el polígono Zuaznabar para, un poco más adelante, tomar un camino ascendente que nos llevó a las proximidades del cementerio de Errenteria. Seguimos por la carretera hasta encontrarnos con el cruce de la subida a San Marcos. La mayoría optaron por esa ruta, menos Manu, dos de los nuevos y yo que seguimos hasta Perurena para de allí bajar a Astigarraga y por Martutene-Loyola llegar a casa. Eran las 12:10 cando abría la puerta del trastero, tras unos 40 km que resultaron muy placenteros.
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