"Todas las opciones son respetables":
- Las de la quienes se levantan de la cama y ven que hace mal tiempo (posibilidad de lluvia pero temperatura suave: 15-16º) y deciden volverse a meter en la cama.
- Las de quienes se levantan de la cama, van al punto de salida y ven que hace mal tiempo (posibilidad de lluvia pero con temperatura suave: 15-16º) y sin dar una pedalada o despues de andar cien o mil quinientros metros se vuelven a casa, porque llueve un poco.
- Las de quienes se levantan de la cama, van al punto de salida, y a pesar del previsible mal tiempo (que siempre puede cambiar) pero con temperatura suave: 15-16º) intentan seguir la ruta establecida.
- Las de quienes se levantan de la cama, van al punto de salida, y a pesar del previsible mal tiempo (que siempre puede cambiar) y aunque se quedan mas solos que la una, deciden disfrutar, si..., "disfrutar" de una salida dominguera en mountain-bike.
Capítulo uno:
"El Equipo A":
Unos trece o quizá catorce valientes deciden ir a coger el tren de las 8:45, dirección Andoain, para completar la ruta prevista (o por lo menos intentarlo)
Capítulo dos:
"El equipo Z":
Nos quedamos mas o menos una docena de txirrindularis para tratar de dar una vuelta mañanera con nuestras bikers. Íbamos hacia Andoain por el camino habitual cuando empezó a llover con algo mas de intensidad que un sirimiri. Nos detuvimos a la altura de la cafetería Vía Fora en el paseo Federico García Lorca, junto al edificio que encierra un gran ascensor y soporta la estructura de una pasarela peatonal elevada que supera la barrera de las vías del tren y conecta con el interior del parque Cristina Enea. Esperamos un rato y sobre las nueve aminoró un poquito la lluvia: pasó de chaparrón a sirimiri, pero no fue suficiente la mejora para animar al grupo a seguir.
- Yo me voy a casa.
- Yo también.
- Pero..., vamos a tratar de hacer algo, ¿no?.
- ¡Quita, quita!. Que esto no mejora...
Y así uno tras otro optaron por volver al calor del hogar incluso cuando les dije que yo por lo menos me iba a acercar hasta Lasarte o hacer otra ruta alternativa. Nadie me secundó.
Capítulo tres:
"Y el bloggero se va solo":
Y como mas vale sólo que mal acompañado, fui por Anoeta e Illumbe (¡enhorabuena, BRUESA!), me metí por los bidegorris de Miramón y su anfiteatro, para salir al paseo de Oriamendi, bajar por el Young Play y seguir por Jaúregui, Santa Bárbara y sidrería Elutxeta para descender al bidegorri que transcurre por el viejo trazado del ferrocarril del Plazaola a su paso por Lasarte.
Seguí mi ruta por el hipódromo (¡qué bonito ver trotar a un par de caballos por las pistas vacías!), Zubieta y Usurbil. Desde el pueblo cogí la subida que, pasando junto a los ciervos, lleva hasta el cruce para ir a Arratxain, o bajar a la ranita o continuar hasta el Angel de la Guarda. Seguí esta última alternativa (está casi todo el camino lleno de barro por las obras del segundo cinturón) para bajar después a Igara y bidegorri de la Concha.
Aquí me encontré con Eneko Llanos y el resto de los participantes en el triatlón. Y ya que había muchísima gente a la altura de La Perla (no parecía que les importaba mucho el sirimiri que caía), torcí por la llamada "cuesta del culo", pasé junto al palacio Miramar para llegarme hasta Ayete. Me adentré en terrenos del parque (¡qué gozada circular por estos jardines...!). Admiré sus vetustos árboles. Ví los bonsais de la asociación guipúzcoana expuestos en el exterior..., y por Morlans aparecí en Amara llegando a casa a las doce en punto después de recorrer, según mi cuenta kilómetros, 46,600 km. Mojado, si, porque la lluvia no me abandonó en todo el recorrido, pero contento: había completado - una mañana dominguera mas - un precioso paseo con la mountain bike.
Para completar la mañana, faltaba el aperitivo. Esta vez fuí con la "cuadri" a Astigarraga. Allí nos esperaban un par de raciones de gambas-gabardina, en el Robin, y unas brochetas de langostinos en el Ikatza (el bar más popular y ambientado de Astigarraga). Mientras me dirigía hacia la villa sidrera por escelencia, me crucé (yo iba en coche), un poco pasada la una del mediodía, primero con Josi - a la altura de Riberas de Loyola - y un poco después con Sebas - a la altura de la carcel de Martutene. ¿Mojados? Pues imagino que si. Pero seguro que después de una reparadora ducha, se encontraron felices y contentos de haber dado una bonita vuelta con sus amigos del Txalupa Txirrindulari Taldea.
"El Equipo A":
Unos trece o quizá catorce valientes deciden ir a coger el tren de las 8:45, dirección Andoain, para completar la ruta prevista (o por lo menos intentarlo)
Capítulo dos:
"El equipo Z":
Nos quedamos mas o menos una docena de txirrindularis para tratar de dar una vuelta mañanera con nuestras bikers. Íbamos hacia Andoain por el camino habitual cuando empezó a llover con algo mas de intensidad que un sirimiri. Nos detuvimos a la altura de la cafetería Vía Fora en el paseo Federico García Lorca, junto al edificio que encierra un gran ascensor y soporta la estructura de una pasarela peatonal elevada que supera la barrera de las vías del tren y conecta con el interior del parque Cristina Enea. Esperamos un rato y sobre las nueve aminoró un poquito la lluvia: pasó de chaparrón a sirimiri, pero no fue suficiente la mejora para animar al grupo a seguir.
- Yo me voy a casa.
- Yo también.
- Pero..., vamos a tratar de hacer algo, ¿no?.
- ¡Quita, quita!. Que esto no mejora...
Y así uno tras otro optaron por volver al calor del hogar incluso cuando les dije que yo por lo menos me iba a acercar hasta Lasarte o hacer otra ruta alternativa. Nadie me secundó.
Capítulo tres:
"Y el bloggero se va solo":
Y como mas vale sólo que mal acompañado, fui por Anoeta e Illumbe (¡enhorabuena, BRUESA!), me metí por los bidegorris de Miramón y su anfiteatro, para salir al paseo de Oriamendi, bajar por el Young Play y seguir por Jaúregui, Santa Bárbara y sidrería Elutxeta para descender al bidegorri que transcurre por el viejo trazado del ferrocarril del Plazaola a su paso por Lasarte.
Seguí mi ruta por el hipódromo (¡qué bonito ver trotar a un par de caballos por las pistas vacías!), Zubieta y Usurbil. Desde el pueblo cogí la subida que, pasando junto a los ciervos, lleva hasta el cruce para ir a Arratxain, o bajar a la ranita o continuar hasta el Angel de la Guarda. Seguí esta última alternativa (está casi todo el camino lleno de barro por las obras del segundo cinturón) para bajar después a Igara y bidegorri de la Concha.
Aquí me encontré con Eneko Llanos y el resto de los participantes en el triatlón. Y ya que había muchísima gente a la altura de La Perla (no parecía que les importaba mucho el sirimiri que caía), torcí por la llamada "cuesta del culo", pasé junto al palacio Miramar para llegarme hasta Ayete. Me adentré en terrenos del parque (¡qué gozada circular por estos jardines...!). Admiré sus vetustos árboles. Ví los bonsais de la asociación guipúzcoana expuestos en el exterior..., y por Morlans aparecí en Amara llegando a casa a las doce en punto después de recorrer, según mi cuenta kilómetros, 46,600 km. Mojado, si, porque la lluvia no me abandonó en todo el recorrido, pero contento: había completado - una mañana dominguera mas - un precioso paseo con la mountain bike.
Para completar la mañana, faltaba el aperitivo. Esta vez fuí con la "cuadri" a Astigarraga. Allí nos esperaban un par de raciones de gambas-gabardina, en el Robin, y unas brochetas de langostinos en el Ikatza (el bar más popular y ambientado de Astigarraga). Mientras me dirigía hacia la villa sidrera por escelencia, me crucé (yo iba en coche), un poco pasada la una del mediodía, primero con Josi - a la altura de Riberas de Loyola - y un poco después con Sebas - a la altura de la carcel de Martutene. ¿Mojados? Pues imagino que si. Pero seguro que después de una reparadora ducha, se encontraron felices y contentos de haber dado una bonita vuelta con sus amigos del Txalupa Txirrindulari Taldea.
Pues que contaros del "A" que casi todo nos salió bien (pinchazos, calambres y pellizcos aparte). La cosa empezó en Andoain (no llovia nada) pero decidimos no tentar demasiado la suerte y en lugar de hacer la subida del km. 10 (que es mas técnica, larga y que suele estar en peores condiciones) decidimos hacer la del km. 6,5 que es mas suave y suele estar mejor. Y así poco a poco subimos hasta la "olla" creo recordar que eran las 11h. y seguia sin llover nada, una vez en el collado de la rejilla, la opción de ir hacia Arano ni se planteó e hicimos la bajada hacia Ugaldetxo como estaba en la ruta, en la bajada si que nos empezó un pequeño sirimiri, acompañado de algún pinchazo, algún calambre a alguno y algún pellizco, para llegar a Ugaldetxo ya sin lluvia, carretera, lavado y a casa a las 13,15h. con 44km.
ResponderEliminarpreciosa la ruta, nosla jugamos ynos salio bien, la lluvia solo nos visito unpoco a la bajada eramos un compacto grupo d 15 txirrindularis.podemos y lo hacemos.
ResponderEliminarEl recorrido fue muy bueno,pero no disfrutamos demasiado de la bajada para lo que costo la subida,este recorrido no tiene demasida variedad o subes o bajas,o eso me parecio.Tambien eche de menos ese momento de rodar todo el grupo unos kilometros . Acertamos con el tiempo . Y muchos pinchazos ..
ResponderEliminarLAVE LA BICI hay posibilidad de ir a Alsasua