El domingo disfrutamos mucho con la etapa de Zumaia-Donosti: hizo un día precioso (frío, pero soleado. Y el frío, en cuando empiezan las cuestas, se te pasa y te sobra casi toda la ropa de abrigo) y el paisaje por donde trascurre el recorrido (entre viñedos, en gran parte) es una maravilla. El mar (que lo veíamos casi constantemente a nuestra izquierda) estaba en calma total y de color azul intenso. ¡Qué bonito!
todavia me duelen las piernas y los brrrrrrraaaazzzzzzzzooooooossssss
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