La crónica, por Jon
En las matemáticas de 2º BUP se estudiaba un teorema que decía que el número de bikers es inversamente proporcional a la cantidad de lluvia que va a caer. Hoy, con la previsión de “alguna llovizna a 1ª hora”, sólo 10 Txalupas nos hemos juntado en Saltoki, después de que en Gros únicamente 1 Txalupa de azul hiciera acto de presencia. El resto hemos llegado por libre.
En Karrika Juanjo nos abandona para volver al calor del hogar, y los 9 restantes quitamos chubasqueros e iniciamos la larga cementada entre charlas y debates varios. Una única conclusión unánime: no hay crónicas malas, sino estilos diferentes, y con esa máxima, decidimos que no puede quedar ruta sin crónica. Y así llegamos al collado de las vacas, donde se replantea la ruta oficial del día. Ha pasado la 1ª hora, la meteoróloga no se equivoca, tenemos llovizna, y no son las mejores condiciones para bajar a Berdabio y Añarbe. Así que se decide hacer la larga pista de la dcha que lleva hasta Sorondo, de las 2 que hay, la superior.
La pista está en todo su esplendor. Esplendor casi invernal: agua, barro, niebla… afortunadamente la temperatura agradable y el verde intenso son más primaverales. Con el grupo bien estirado y bien motivado, llegamos a Sorondo. Han pasado 2 horas y sigue la llovizna.
Tras otro minidebate, se decide hacer la pista inferior que nos llevará hasta Malbazar, pasando por las bordas. En la de Irubideta, alguno decide aprovechar para secar los calcetines y comer de mantel y 2 platos… y eso le hace retrasarse en llegar a la de Ezpalaurgi, donde los demás esperan para hacer la pista de la dcha y el sendero que bordea Aldura y llega a Susperregi. Finalmente, y viendo que el frío empieza a hacer acto de presencia, se decide seguir subiendo por la clásica hacia Malbazar, aprovechando así de la subida para volver a entrar en calor. Y es que ya han pasado 3 horas, y la llovizna que sigue y sigue…
Nos hemos encontrado con la pista de Ezpalaurgi a Malbazar muy rota… una pista que habitualmente es muy compacta y rodadora, hoy estaba llena de surcos, piedras sueltas, regueros de agua… se nota el efecto de las trombas caídas estos últimos días… Y así, concentrados en el rodar, llegamos a Otsarte, donde tomamos el sendero de la dcha que nos bajará al parking de Susperregi. Opciones varias en la bajada, pero tenemos buenos guías y de entre las varias, se elige la mejor : la de las piedras. Sorprendente buen grip, buena visibilidad, y en menos que canta una gallina guineana, estamos todos abajo.
Bajamos a Listorreta, por carretera para los segurolas, o acortando por los atajos para los más salseros, y llegamos a Mugaritz, donde tiene lugar la escisión del grupo entre los del Este y los del Oeste. Cada mochuelo a su olivo por el camino más corto.
Cero averías, cero caídas, cero incidencias.
Anda. Tras 4 horas, ya no llueve.
En Karrika Juanjo nos abandona para volver al calor del hogar, y los 9 restantes quitamos chubasqueros e iniciamos la larga cementada entre charlas y debates varios. Una única conclusión unánime: no hay crónicas malas, sino estilos diferentes, y con esa máxima, decidimos que no puede quedar ruta sin crónica. Y así llegamos al collado de las vacas, donde se replantea la ruta oficial del día. Ha pasado la 1ª hora, la meteoróloga no se equivoca, tenemos llovizna, y no son las mejores condiciones para bajar a Berdabio y Añarbe. Así que se decide hacer la larga pista de la dcha que lleva hasta Sorondo, de las 2 que hay, la superior.
La pista está en todo su esplendor. Esplendor casi invernal: agua, barro, niebla… afortunadamente la temperatura agradable y el verde intenso son más primaverales. Con el grupo bien estirado y bien motivado, llegamos a Sorondo. Han pasado 2 horas y sigue la llovizna.
Tras otro minidebate, se decide hacer la pista inferior que nos llevará hasta Malbazar, pasando por las bordas. En la de Irubideta, alguno decide aprovechar para secar los calcetines y comer de mantel y 2 platos… y eso le hace retrasarse en llegar a la de Ezpalaurgi, donde los demás esperan para hacer la pista de la dcha y el sendero que bordea Aldura y llega a Susperregi. Finalmente, y viendo que el frío empieza a hacer acto de presencia, se decide seguir subiendo por la clásica hacia Malbazar, aprovechando así de la subida para volver a entrar en calor. Y es que ya han pasado 3 horas, y la llovizna que sigue y sigue…
Nos hemos encontrado con la pista de Ezpalaurgi a Malbazar muy rota… una pista que habitualmente es muy compacta y rodadora, hoy estaba llena de surcos, piedras sueltas, regueros de agua… se nota el efecto de las trombas caídas estos últimos días… Y así, concentrados en el rodar, llegamos a Otsarte, donde tomamos el sendero de la dcha que nos bajará al parking de Susperregi. Opciones varias en la bajada, pero tenemos buenos guías y de entre las varias, se elige la mejor : la de las piedras. Sorprendente buen grip, buena visibilidad, y en menos que canta una gallina guineana, estamos todos abajo.
Bajamos a Listorreta, por carretera para los segurolas, o acortando por los atajos para los más salseros, y llegamos a Mugaritz, donde tiene lugar la escisión del grupo entre los del Este y los del Oeste. Cada mochuelo a su olivo por el camino más corto.
Cero averías, cero caídas, cero incidencias.
Anda. Tras 4 horas, ya no llueve.
En las matemáticas de 2º BUP se estudiaba un teorema que decía que el número de bikers es inversamente proporcional a la cantidad de lluvia que va a caer. Hoy, con la previsión de “alguna llovizna a 1ª hora”, sólo 10 Txalupas nos hemos juntado en Saltoki, después de que en Gros únicamente 1 Txalupa de azul hiciera acto de presencia. El resto hemos llegado por libre.
ResponderEliminarEn Karrika Juanjo nos abandona para volver al calor del hogar, y los 9 restantes quitamos chubasqueros e iniciamos la larga cementada entre charlas y debates varios. Una única conclusión unánime: no hay crónicas malas, sino estilos diferentes, y con esa máxima, decidimos que no puede quedar ruta sin crónica. Y así llegamos al collado de las vacas, donde se replantea la ruta oficial del día. Ha pasado la 1ª hora, la meteoróloga no se equivoca, tenemos llovizna, y no son las mejores condiciones para bajar a Berdabio y Añarbe. Así que se decide hacer la larga pista de la dcha que lleva hasta Sorondo, de las 2 que hay, la superior.
La pista está en todo su esplendor. Esplendor casi invernal: agua, barro, niebla… afortunadamente la temperatura agradable y el verde intenso son más primaverales. Con el grupo bien estirado y bien motivado, llegamos a Sorondo. Han pasado 2 horas y sigue la llovizna.
Tras otro minidebate, se decide hacer la pista inferior que nos llevará hasta Malbazar, pasando por las bordas. En la de Irubideta, alguno decide aprovechar para secar los calcetines y comer de mantel y 2 platos… y eso le hace retrasarse en llegar a la de Ezpalaurgi, donde los demás esperan para hacer la pista de la dcha y el sendero que bordea Aldura y llega a Susperregi. Finalmente, y viendo que el frío empieza a hacer acto de presencia, se decide seguir subiendo por la clásica hacia Malbazar, aprovechando así de la subida para volver a entrar en calor. Y es que ya han pasado 3 horas, y la llovizna que sigue y sigue…
Nos hemos encontrado con la pista de Ezpalaurgi a Malbazar muy rota… una pista que habitualmente es muy compacta y rodadora, hoy estaba llena de surcos, piedras sueltas, regueros de agua… se nota el efecto de las trombas caídas estos últimos días… Y así, concentrados en el rodar, llegamos a Otsarte, donde tomamos el sendero de la dcha que nos bajará al parking de Susperregi. Opciones varias en la bajada, pero tenemos buenos guías y de entre las varias, se elige la mejor : la de las piedras. Sorprendente buen grip, buena visibilidad, y en menos que canta una gallina guineana, estamos todos abajo.
Bajamos a Listorreta, por carretera para los segurolas, o acortando por los atajos para los más salseros, y llegamos a Mugaritz, donde tiene lugar la escisión del grupo entre los del Este y los del Oeste. Cada mochuelo a su olivo por el camino más corto.
Cero averías, cero caídas, cero incidencias.
Anda. Tras 4 horas, ya no llueve.