La crónica, por Mariano
Cumpliendo con la salida oficial de este domingo, me presento con día triste y amenazante en la estación de Renfe con ganas de ver los avances en su reconstrucción. Va bien pero no es recomendable su uso. Mejor la estación de Gros. Tras el recorrido sin ningún acompañante me bajo en la 2ª de Andoain. Bajan 2 más del tren y nos juntamos con 4 que han venido ciclando. Los 7 magníficos iniciamos la marcha a buen ritmo hasta el kilómetro 10. El frío inicial desaparece y seguimos sin lluvia. En el primer cruce elegimos la opción de la izquierda que nos llevará directamente hasta la fuente de la Olla. Las duras pendientes finales se ven complicadas con una fina lluvia. Ya en la fuente el tiempo empeora, la lluvia hace rato dejó de ser fina y el termómetro bajó más que el crack bursátil del 27. Amenazaba nieve con los 4 grados y ya mojados nos replanteamos recortar la salida. Se decide llegar hasta el primer paso canadiense y enfilar la larga, larga, larga bajada por Olazar Aundi. Sin contratiempos reseñables (bueno dos amputaciones de dedos por congelación) llegamos abajo ya con unos templados 9 grados. Regresamos por el lado izquierdo del cauce del río hasta Hernani. No hay ganas de cerveza, sólo de ducha caliente. Sólo se han salvado de calarse los guantes japoneses. Secos y cálidos.
2 comentarios:
Cumpliendo con la salida oficial de este domingo, me presento con día triste y amenazante en la estación de Renfe con ganas de ver los avances en su reconstrucción. Va bien pero no es recomendable su uso. Mejor la estación de Gros. Tras el recorrido sin ningún acompañante me bajo en la 2ª de Andoain. Bajan 2 más del tren y nos juntamos con 4 que han venido ciclando. Los 7 magníficos iniciamos la marcha a buen ritmo hasta el kilómetro 10. El frío inicial desaparece y seguimos sin lluvia. En el primer cruce elegimos la opción de la izquierda que nos llevará directamente hasta la fuente de la Olla. Las duras pendientes finales se ven complicadas con una fina lluvia. Ya en la fuente el tiempo empeora, la lluvia hace rato dejó de ser fina y el termómetro bajó más que el crack bursátil del 27. Amenazaba nieve con los 4 grados y ya mojados nos replanteamos recortar la salida. Se decide llegar hasta el primer paso canadiense y enfilar la larga, larga, larga bajada por Olazar Aundi. Sin contratiempos reseñables (bueno dos amputaciones de dedos por congelación) llegamos abajo ya con unos templados 9 grados. Regresamos por el lado izquierdo del cauce del río hasta Hernani. No hay ganas de cerveza, sólo de ducha caliente. Sólo se han salvado de calarse los guantes japoneses. Secos y cálidos.
Estupenda crónica, como en ti suele ser menester, pero se te ha olvidado recordar lo innecesario que resulta llevar luces en el Leitzaran.
Gran mención al crack bursátil.
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